August 11, 2018

AUTOR: ELVIRA SASTRE

Idioma Original: Español

Título Original: Ya nadie baila

Año de publicación: 2015

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Reseña: Alejandro Sánchez García

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Sastre, E. (2015). Ya nadie baila. Bogotá: Ed. Valparaiso.

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Son pocos los poetas que pueden, desde las primeras páginas, cautivar y atrapar al lector con tanta fuerza como lo logra Elvira Sastre. Tiene en todos sus versos una forma particular de alentar las emociones y, sobretodo, de disponernos a una sensibilidad arrolladora. Cada poema es capaz de atravesarnos como una espina, una duda o una inquietud. A lo largo del libro la poeta nos invita a encontrar ese mundo de lo cotidiano que comúnmente no sabemos apreciar.

Ya nadie baila, es una antología que recoge poemas de su primera publicación 43 maneras de soltarse el pelo, de su segundo libro Baluarte, y una recopilación de poemas inéditos, la cual parece mostrar la etapa definitiva de este corto proceso, por lo menos en lo que demuestra ser una consolidación de su propuesta poética, y que desde su primer libro se abre paso.

Es sorprendente que durante tres años 43 maneras de soltarse el pelo, publicado en 2013, Baluarte en 2014 y Ya nadie baila en 2015 tengamos a la mano un trabajo tan prolífico y serio en torno a un núcleo temático, que va bordeando la voz sugestiva y provocadora de una mujer que sin consideraciones permite ver el universo problemático de la soledad, de la tristeza y del silencio.

Me refiero a lo que sin miramientos nos dice desde la primera página y ya sin tiempo de acomodarnos mejor en el sillón, nos sacude como quien asesta un golpe, y deja sin anestesia el ánimo dispuesto para leer lo que sigue en su extenso poemario:

“A la mierda / el conformismo: / yo no quiero / ser recuerdo. /Quiero ser tu amor imposible / tu dolor no correspondido, / tu musa más puta, / el nombre que escribas / en todas las camas / que no sean la mía”.

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Sin más preámbulos, Elvira Sastre nos arroja al universo particular de su poética sin otro salvavidas que aprender a nadar hasta el final, de una orilla a otra, bajo el único deseo de arriesgarse a reconocer la tormenta de un lenguaje personal, valiente y obstinado.

En la segunda parte, que recoge los poemas de Baluarte, encontramos unas atmósferas más elaboradas, más sutiles de reconocer, pequeñas migajas llenas de un sabor amargo de lo contemplativo, del desamor, de la soledad y de la lluvia. Elvira Sastre ha tomado la experiencia amorosa sin el temor a la entrega absoluta, sin el rencor del olvido, y sin miedo a mostrar los claros y los grises de verse al espejo, que es la mirada del otro, y sentir “que una persona está hecha de otras”.

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Los entresijos y las grietas son su propia historia, y son los fragmentos del encuentro y el desencuentro, es la historia de esa mirada que sabe cuándo cerrar los parpados para encontrarse consigo misma. “Escribo para enseñarme todo lo que desconozco de mi misma, todo lo que no quiero terminar de conocer”. Pero como si esto no fuera suficiente, cada poema nos lleva a un interminable diálogo, a un sucesivo contraste, casi dialéctico, de un reconocerse y reconocer a otros. Es casi una manera de cifrar su propio lenguaje en el lenguaje del otro. Y del resultado será necesario desarmar ese nuevo yo que acaba de conformase.

En este sentido quiero cerrar con los que para mí son los versos más sinceros y directos, y los que también puedan llegar a ser una invitación abierta para quienes deseen aventurarse en su poesía: “Sólo me valoro en otras bocas, / me canso de los espejos / y de las orgías de palabras vacías, / olvido todo lo que no fue capaz / de romperme y reconstruirme en un mismo golpe, / empatizo con todo aquel que acumula / bocetos incompletos / porque mi vida también fue una mancha negra en un lienzo en blanco”.