Casa quemada es un espacio cultural que nace de las cenizas de una vivienda familiar que se incendió en el 2004 y que luego de 10 años de estar en ruinas fue reconstruida por el arquitecto y emprendedor Daniel Buitrago, hijo de la familia que allí vivía. Él, luego de desencantarse de la vida laboral en oficina decidió solicitar un préstamo a través del cual logró levantar la primera planta de la casa para ponerla en funcionamiento como un espacio para la producción de eventos artísticos y culturales, los cuales le ayudaron a construir el segundo piso para así poder abrir un espacio coworking en el que ahora trabajan varias empresas de emprendimiento bogotanas.

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Esta iniciativa de crear un espacio para la promoción y difusión cultural fue precisamente la que llevó a Laura Gonzáles y María Lourdes, colaboradoras del Taller Casa Quemada y gestoras culturales, a crear el evento Bogotá Quemada a la que tuvimos la oportunidad de asistir el pasado mes de febrero. 

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Aquí, como a modo de chisme les cuento que hablando con ellas pude conocer las intenciones primarias del evento y comprender un poco sobre su producción, Laura me contó que una tarde se les ocurrió pensar en el garaje de la casa como en una galería de arte. Acto seguido, corrieron a la oficina a escribir las ideas que les surgían sobre la elaboración del evento: los amigos que podrían participar, los invitados, las actividades etc. Posteriormente, luego de montar las piezas gráficas hicieron la apertura virtual de la convocatoria para artistas locales, en la cual participaron alrededor de 50 propuestas. Para María, Bogotá quemada se presentó como un espacio en donde en torno al arte se pudiera sentir la noción de pertenecer a algo. Y bueno, es así como el 28 de febrero del 2020 Casa Quemada abrió sus puertas a un evento que reunió a más de 25 artistas y más o menos unos 100 asistentes.

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La dinámica del evento funcionaba de manera rotativa, así que teníamos la oportunidad de apreciar pinturas, grabados, ilustraciones sobre papel en lápiz y en tinta, acuarelas, fotografías realistas y surrealistas y grafitis en carritos a escala o sobre lienzo, y cada media hora había presentación musical en vivo a manos de Dj, presentaciones en vivo de músicos, cantantes y bailarines. Hubo flamenco, rock, balada, danza árabe recital de poesía y exposición. Mejor dicho, casa quemada prestó a su público un espacio lleno de posibilidades artísticas para todos los gustos y todas las edades.

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Creo importante mencionar que el valor de la autogestión en espacios como estos es relevante para el sector cultural, ya que son las iniciativas independientes las que se presentan como escenarios alternativos donde artistas como Rey Camargo, y proyectos de estampado y serigrafía como Xkripta Studio pueden conversar y compartir el mismo ambiente artístico.

 

Aquí les dejamos las fotografías de la exposición y esperamos que cuando esto acabe puedan conocer este espacio y hacer parte del sinfín de posibilidades que ofrece para creación y la cultura.